Sobre el ajado panorama
de los techos grises
donde se quedan o
se confunden las pelotas,
las latas de cerveza o
las piedras revueltas,
el cielo recompuesto
reluce y arroja esa luz sobre
esos techos, mantiene
nubes leves, da techo
sobre los otros a un guión
donde casi todo se juega
ahí mismo, el resplandor
o la debacle. Así se mira
lo que ignoran quienes
no se acercan al techo vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario