valga pensar que esto
de dejar caer la tinta de la pluma
sobre una hoja temblorosa
se llega a parecer mucho
a arrojarse uno por la ventana
sin medir la magnitud de la caída
sea esta sobre un toldo establecido
un círculo de pasto
una poza gris
o un montículo rocoso
que hará salpicar la sangre
o el estruendo de la pérdida de conciencia
cuyo dolor viene a recordar
que esto de dejar caer
la tinta de la pluma
no es algo que pueda
dejar a nadie sin llaga alguna
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