Alguna vez un tren pasó ese tramo
llevando granos o raciones nuevas
a la estación cercana, buenas nuevas
que daban realce a lo cordial del tramo.
Hoy ese escenario queda lejano.
Los rieles se mezclan por clave incierta
con ratas, fecas, hierba hiriente. Cierta
será la decadencia en lo lejano,
el eco nulo de carreras niñas,
los rayados absurdos en su tinta,
las juntas para asustar sin un freno:
algo de historia de niños y niñas
perdido, borrado por otra tinta
negacionista que pisó otro freno.
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