Crepuscularmente crepitando
al lado de la mesa de recuerdos
habré de recobrar lo poco cuerdo
que me queda. Vengo arrastrando
derrames salivales que no entiendo
y sangrados torrenciales sin tregua.
Y este caminar de escasas leguas
no busca más, si no hay que ir corriendo
a la cita otra, ultratumba que menos entiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario