noches en las que
las sombras de los autos
aceptan que el viento haga
lo que desee mientras
el murmullo del metro
alcanza al olor de las empanadas
como en una conversación
que no buscó fijarse allí
así uno en la torcedura
del tiempo a contrarreloj
me siento en el concho de lo encontrado
me escribo desde el desenfoque
me miro en otro espejo de barro
soy un invitado de una impura noche.
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