Olvidé un coqueteo con el ajedrez
de adolescente pero aunque hoy
no me obsesiona el mover de piezas
a ratos pienso en esa disciplina
querida mas no abordada y creo
que la reina debería comerse al rey
sin que vengan los puristas a parar el reloj
y echar pestes perdiendo esa compostura
patriarcalmente fablando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario