Se dice que las manzanas rojas no caen
tan lejos del árbol
que las tuvo colgadas, sin embargo
hasta la pista por la que pasan
camiones y descapotables llegan
las manzanas podridas que se movieron más lejos,
esas rebeldes que buscaban ser mordidas incluso
antes de madurar mejor. Se aburrieron del campo exigente
y quisieron probar el sabor de ser cadáveres atropellables.
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