el crepúsculo era
esa pelota de tenis
golpeada por una paleta
contra un portón
era
la voluntad de querer
que ese momento no acabara nunca
aunque el té con pan me esperara
porque esa pelota soleada
peluda y amada iba a mimarme
aunque le diera duro
y el portón era tan inocente
como todo ese juego.
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