Cuando íbamos por ahí se fijó
en el neón de la fachada de una iglesia canuta
que dice: "Jesús salva", se puso a llorar, le
colgaban los mocos, fuimos a otra parte
a beber cervezas. Brett se dejó
de lagrimeos, se olvidó del letrero aquel,
se empezó a reír y habló
del "Unskinny bop". No entendíamos un carajo
pero todos estábamos mejor que nunca.
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