PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: S/T de Manuel García, otra forma de volar

Insisto en zambullirme en las profundidades de lo que Manuel García ha creado como cantautor, ya que pronto estará participando del Festival de Viña. El tercer trabajo discográfico del ariqueño se llama S/T (Oveja Negra, 2010), cuya portada incluye el dibujo de una guitarra con alas. Motivo que le viene como anillo al dedo a un repertorio que busca para bien otra forma de volar, tan valedera como las propuestas en PÁNICO (2005) y TÉMPERA (2008), con la necesidad de ampliar la paleta de colores, agregando a las tonalidades de la trova silviorodriguista, el rock o el folclor chileno las de la chanson, el soul y los cantantes de la Nueva Ola chilena. S/T (por "sin título"; igual que en aquel disco de los indietrónicos Electric President para Morr Music) empieza con el compás levemente quebrado de "Quema lo que queda", para más tarde dar paso a la finura con cajita musical introductoria de "Vida mía" (que Manuel también cantó en MP3. UNA PELÍCULA DE ROCK DESCARGABLE -2010. Dir.: Pascal Krumm-). Las aristas rockeras vienen con "Reloj", esa escena sobre la necesidad de no perder la magia en la vida cotidiana, al menos a la hora de ponerse un abrigo, comprar el pan o tomar el Metro de las seis, canción que bien podría haber estado en algún largo de Mecánica Popular; lo mismo pasa con "Piedra negra", más arrimada a la guitarra de palo y a un compás de tonada, sobre la incapacidad de ciertos artistas, filósofos, políticos y creyentes en Dios de comprender eso de lo que hablan y hablan y hablan. Por emotividad gana "Joan", guiño noble a la viuda de Víctor Jara. "Amistad", la traca final, es un intento crescendista con piano que no desentona en el terreno de S/T, donde también pululan "Catalejo", "La terrible canción Nº 1" (qué título) y "El reproche". Y no se olviden de la tierna "Alfil", asedio a la chanson más sedosa que conquista por: 1) el verso sí, los estudiantes marchan junto a ti; 2) el guiño sorpresivo al himno militar "Adiós al séptimo de línea", y 3) la presencia que casi no se nota en coros de Francisca Valenzuela, enfatizando los siiiiií... Manuel García vuela alto hace rato.