PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: las cosas que Los Bunkers esbozaban de lejos y de cerca

Faltando un par de días para que Los Bunkers regresen al Festival de Viña, durante la misma noche que su amiguete Manuel García y el 2*1 cumbianchero de Ráfaga y Garras de Amor, le ponemos play a CANCIÓN DE LEJOS (Columbia/Sony, 2002), su segunda placa. La escuadra penquista es una de esas entrañables bandas chilenas que partieron a fines del siglo XX, y se consolidaron al iniciarse el XXI (las otras son Saiko y De Saloon). En 1999, Radio Rock & Pop les dio su venia programando "El detenido", canción que formaría parte de LOS BUNKERS (2001), debut editado por Big Sur. Para el siguiente disco, contaron con los servicios de dos titanes de nuestro rock, léase Álvaro Henríquez (Los Tres, Pettinellis) como productor, y Carlos Cabezas (Electrodomésticos) como ingeniero de sonido, piezas importantes para que el clan Durán/López/Basualto lograra un corpus sonoro plagado de florituras clásicas, cerca de The Beatles y The Kinks. De hecho, ecos de los primeros abundan en la portada del álbum (ternos y corbatas), y en tracas como "Canción de lejos" (ese final carruselero a lo "Being for the benefit of Mr. Kite!"), "Las cosas que cambié y dejé por ti" y "Lo que me angustia". Pero no piensen que su personalidad queda minimizada: si fuera así no les saldrían lindezas tipo "Sabes que..." o "Dulce final". Y si marcamos los puntos altos del disco, pongamos atención a "Miño", tema inspirado en el suicidio de Eduardo Miño, quemándose a lo bonzo cerca del Palacio de La Moneda; un amasijo de imágenes poéticas que encandila hasta el día de hoy (destaco también su video, donde ellos viajan en una micro que va por la santiaguina Matucana), una de las mejores canciones chilenas de la década 00. Misma cosa con "Pobre corazón", pieza de hechuras extremistas, que boga entre el atropello punk y las trazas sadcoretas sin arrugarse. Así comenzaban a hacerse grandes estos Bunkers. Ah, la carátula es una especie de revista que incluye publicidad ficticia, como la de Guitarras Aleña, Crema Dentífrica Dolmate y Purgante Dulce Final (¡ja!).