PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Morrissey, denso y emotivo

Se espera mucho de lo que pueda hacer Morrissey la próxima semana, cuando pise el plató de la Quinta Vergara, en la tercera noche del Festival de Viña (y dos días después en Santiago, haciendo vibrar el Movistar Arena). Mientras se cuentan los días para tamaño acontecimiento (es su tercera visita a Chile; las anteriores fueron en 2000 y 2004), les ofrezco revisar VAUXHALL AND I (Parlophone/EMI, 1994), uno de los álbumes más redondos del ex The Smiths. Suele hablarse de Stephen Patrick como un personaje huraño y solitario, y bien sabemos que lo es, mas eso no le impide entregar algunas canciones de emotividad a compartir en absoluto. Piensen en "Now my heart is full", intro de solemnidad sin desperdicio. Más allá, aquel "Hold on to your friends" remarca el valor del cariño al próximo prójimo, que decía Mario Benedetti, sin barreras ni ironías, todo barnizado por una capa melódica sublime. Ahora, la cara densa marca de la casa dice presente en "The more you ignore me, the closer I get", diatriba de un amor posesivo que llega a ribetes belicosos (no sin antes decir: I will be/in the bar/with my head/on the bar; fijo que se empipa, ¿no?), uno de los clásicos eternos en el repertorio de nuestro héroe from Manchester. El asunto de los que supuestamente se preocupan mucho por uno, pero sus ademanes esconden algo ingrato, da vida a "Why don´t you find out for yourself". Otro acápite subrayable: "I am hated for loving", o cómo plantarse frente a las miradas feas del corredor declarando: I still don´t belong/to anyone -I am mine. Más oscura es la postal de "Lifeguard sleeping, girl drowning", donde el mancuniano le da a un falsete nada complaciente. No fallan tampoco los soplos breves de "Billy Budd" o "Used to be a sweet boy". VAUXHALL AND I se hace respetar como corresponde.