PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: de Manchester a Viña del Mar, con amor e intransigencia (y 3 camisas)

Hasta que, como solía espetar Jaime Davagnino en su etapa en Rojo, llegó el momento. Morrissey se enfrentó al público de la Quinta Vergara, durante la tercera noche del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, entregando parte de su cancionero de corrido, sin interrupciones ni entrega de antorchas y gaviotas, tal como lo pidió. Lo que se llama una réplica de lo exigido por Calle 13 el año pasado. Hubo que cancelar la tanda de la Competencia Folclórica para que el mancuniano empezara luego, lo cual ocurrió a las 0:50. Moz usó tres camisas diseñadas por Ricardo Oyarzún (una de ellas la tiró al público cuando cantaba "Let me kiss you"), sacudió el cable de su micrófono, sacó el pandero, tuvo contacto con el respetable, se enganchó al jean una bandera chilena que le tiraron a manera de falda (ja ja)... Yendo a lo que más importa, su bloque propuso un orden inesperado. Me explico: se creía que "First of the gang to die" y "There is a light that never goes out" serían primera y última estación del show respectivamente, mas una fue la segunda y la otra salió cerca de la mitad. Del resto, no hay dudas: Mozzer se planta y deja fluir toda su experiencia, da cátedra de personalidad a punta de melodías delicadas y/o robustas. Entre ellas, "You´re the one for me, fatty", "Ouija board, ouija board", "I´m throwing my arms around Paris", "Everyday is like Sunday", "Speedway", ese "How soon is now?" del cierre y varias más, sin echar al olvido el mensaje (visuales reveladoras mediante) que desde su etapa con The Smiths no le abandona: "Meat is murder" (duele reconocer que no podemos vivir sin pollito ni vacuno, qué le vamos a hacer, no somos nada...). Se fue el astro, Rafa Araneda y Eva Gómez echaron el cierre a la jornada, y listo. Dicen que el inglés estuvo una hora y algo, o sea menos que los 90 minutos prometidos. ¡Si hasta su staff pensaba que haría dos temas más! OK, se le quedaron muchos en el tintero. Pasa siempre con los grandes. Y Morrissey siempre lo ha sido. Todo esto lo presencié en mi cuarto a oscuras, sintonizando Chilevisión en mi aparato de 14".