lo que quiero es ver caer
ese signo maricón
de esta tierra sin perdón
que no quiere ya ceder
su dominio del revés
y el derecho muy chuecón
que se cae en el rincón
porque sabe que tal vez
-mejor dicho: esta vez
se le caerá el cajón
las ventanas y el balón
del gas tóxico que él
pone arriba del mantel
y se expande como avión
por el aire cruel: razón
que da para huir de él
y mientras el aire fiel
nos dé asilo y más valor
explote y muera el cabrón
que nos hizo no poder
escribir otro cartel:
al volver a ese rincón
será el distinto sabor
el que se despida de él
y cocine un buen pastel
de aire fresco y soñador.
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