PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: con ganas de devorarse hasta las piedras

PLAYA GÓTICA
Amigurumi
(Umami, 2017)

/DANCE ROCK/ Juventud, divino tesoro... Eso lo decían en distintas épocas Rubén Darío y Luca Prodan. Cuando se tiene el don de la juventud, con él viene adjunto el deseo de absorber experiencias y situaciones en las cuales todo puede pasar, sea directa o indirectamente. Una energía ciega traspasa cada paso que se da, cada mirada y cada beso chorreante de saliva fresca oliendo a chicle de menta. La música está destinada a ser el recipiente idóneo para que esas instantáneas se transformen en algo nuevo. Y de esas transformaciones quedarán vibraciones irrepetibles. Valgan estos apuntes para hincarle el diente a lo que presentan en sociedad Playa Gótica, protegidos del dúo Dënver en su sello Umami que debutan en formato largo con un álbum que justamente coproduce Milton Mahan, la mitad macho del tandem que completa Mari Montenegro, y masteriza un experto como el que más: Chalo González. Playa Gótica se mueven a sus anchas, agitando una coctelera eléctrica que incluye entre sus ingredientes mucho de ese punk funk que fue lo más hace más de una década, pop con cambios de velocidad, dream pop de este siglo, dub, noise en llamas... En fin, todo lo que se puede alcanzar cuando las ganas de devorarse hasta las piedras son notorias. Hay incisos como "Los tigres", "Amigurumi" o "Hablemos del mal gusto"; bombas que saben explotar del nivel de "Bailando", "Pigman (Aburrida en la tienda)", "Bikini" o "Vacaciones"; un disparo claro hacia la radiabilidad como "Fuego" (ya presente en un split con Dënver donde aquellos metían "El fondo del barro"); o su asedio al reggae titulado merecidamente "Boy George". Y en cada una de esas pistas es legítima la valía de una frontwoman que está destinada a ser recordada de aquí a la luna: Fanny Leona se llama la chica, y recomiendo verla en vivo. AMIGURUMI (el título seguro viene de una revista de tejido) es la mejor tarjeta de visita de unos Playa Gótica que sacan ventaja en el panorama del nuevo indie chileno, o lo que llaman la generación post-Gepe o post-Mena. Si lo que quieres es armar el fiestón en la soledad de la amoblada, este es tu disco.