CRÓNICAS HERTZIANAS: los caminos atrayentes de Alfredo Lewin

Con poner sobre esta pantalla el nombre de Alfredo Lewin bastaría para redimensionar su figura como difusor de cierta música potente, más que nada el buen rock. Actualmente sigue dirigiendo la variante magazine del conglomerado Rockaxis, conduce espacios en canales de TV pagada como Vía X y ARTV (mostrando su lado literario; no olviden que estudió Literatura Inglesa en la Universidad Católica), y prosigue con su apostolado radial en dos programas imperdibles: RADIOTRANSMISOR (Sonar, lunes a viernes 17:00) y SONAR BLUES (Sonar, lunes a viernes 20:00).

El que se menciona primero es un segmento que existe desde la fundación de la emisora que pertenece a Canal 13, en 2009, y recién este mes modifica su horario; antes duraba una hora y media, entre las 18 y las 19:30, y ahora va más temprano, con 2 horas en las cuales Lewin tiene a bien arrojarnos raciones de música e información, mirando también hacia el cine, internet, la propia tele (en las recomendaciones del Radiotelevisor), los libros y el fútbol, arsenal complementado por los boletines de Jorge Lira, la Agenda, alguna sección rotativa (durante marzo va Sonar Íconos) y aquella Sonar Pioneros que hasta hace poco estaba en SONAR CLÁSICO (Rolando Ramos comanda tal espacio a media mañana). A mí me costó acostumbrarme a pillar el RADIOTRANSMISOR en otro franjeado, mas cuando el flujo estimulante sigue siendo el mismo no hay pero que valga.

Pasando al otro nicho lewinista, valga decir que su presentación de los sonidos del alma, documentando con pelos y señales los caminos relacionados con gente como Robert Johnson, Howling Wolf, Albert King, B.B. King y tantos otros, faceta ya abordada cuando militó en Radio Futuro (sí, aquel SANTIAGO BLUES que hoy conduce Hernán Rojas), resulta francamente maravillosa, un paseo de media hora que dejará conforme tanto a bluseros expertos como a los neófitos que les pueda picar el bichito. Juraría yo que le deben brillar los ojitos al ex compañero radial de Matilda Svensson cuando habla de blues, cuando de todos modos logra mantener su labia para que SONAR BLUES sea un documento constante de un género que preparó la senda para la explosión mayor del rocanrol, a fuer de surcos sufridos, de pactos míticos, de vías cruzadas. ¡Un lujo!