Ha pasado una semana desde que un avión de la
FACH (Fuerza Aérea de Chile), el cual se dirigía a la
Isla Juan Fernández para visitar nuevamente las zonas afectadas por el terremoto y maremoto de
febrero 2010, se desintegró por completo, y todos sus pasajeros fallecieron; entre ellos estaba gente como
Felipe Cubillos, hombre clave del proyecto
Desafío Levantemos Chile, y el conductor de televisión, hombre clave de
TVN durante mucho tiempo, el mismísimo, créanlo,
Felipe Camiroaga. Justo hace un rato se confirmó que los restos del ex
Motín a Bordo y de Cubillos fueron encontrados. El dolor de los familiares es invaluable. De verdad. Pero la tranquilidad llegará. Para rendir tributo a los 21 que están en el cielo, he decidido postear un texto del poeta venezolano
Juan Calzadilla (un favorito personal que sigo recomendando), muy acorde con lo ocurrido.
NOTICIA
La visita que a la pirámide Tikal iba a efectuar la comitiva concluye en el desastre aéreo donde todos los pasajeros de la nave perecen, sin que ninguno de éstos acertara a divisar desde el aire, momentos antes, cuando el avión sobrevolaba el aeropuerto de Santa Elena en un último intento de aterrizar, la famosa pirámide maya.
Por algo se le dice al hombre viajero: su misión
consiste en pasar. En cambio
la
pirámide
siempre queda.
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