MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: cuando John B. se encontró con Mrs. McGill

Esto sucedió el día de hoy, mucho antes de estar viendo a Dadalú (como ya dije en el posteo anterior), mientras caminaba por los interiores de la Estación Baquedano del Metro. En dirección contraria a la mía, pasó la mismísima Mary Rose McGill, una de las mujeres más conocidas de la vida social chilena. La veo, sin creer lo que estoy viendo, y digo: ¡Marie Rose! La saludo, y le pregunto: ¿cómo está? Me responde: regio. Y antes de perderla de vista, espeto: ¡que le siga yendo regio! Curioso fue. Ahora, más tremendo hubiese sido pillarse a la Julita Astaburuaga, a quien respeto mucho más, por ser la madre del poeta Diego Maquieira, y la abuelita de Samuel, el líder de The Ganjas. Esto de toparse con la realeza abeceuno, o pelolais, me da más risa sana que vil envidia. ¡Es que te morí!