MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: salida con sorpresa

A ver: la jornada de ayer para mí fue como eso que decían La Costa Brava en "Lentillas de colores", sobre ir a comprar pan y terminar en una despedida de solteros... Salí a La Chascona, casa museo nerudiana, para atender a la tercera lectura del ciclo Antología en Movimiento, que tuvo en las mesas floridas a Marco Arcaya (cuestionado un poco por su impostación lectora, algo que a mí no me incomoda), Carmen García (alzando sus pájaros verbales con solemnidad fresca) y Federico Schopf (quien, como si fuera alguno de sus hijos, Chica Paula o Dandy Jack, convertía su lectura en un DJ set personalizado, riéndose de sí mismo y de su gravedad; match point para él), con segunda vuelta para los rezagados.

Y si escuchar a los poetas era el pan, ¿qué representa lo otro, en un sentido aproximado? Lo que empezaba a ocurrir en el Centro Arte Alameda, una sorpresa especialísima: la avant premiere, como dicen los entendidos (y los desentendidos que se pegan la quebrá, ea), de otra película chilena. Se trata de LAS NIÑAS, dirigida por Rodrigo Marín, filmada con 3 cámaras digitales en un día, y protagonizada por Antonia Santa María y Sofía Oportot. Esta creación ya ha recibido premios en Utrecht y en Miami, así que tiene su respaldo al exterior. Durante el prolegómeno a la exhibición, Antonia misma entonó la canción principal del film(compuesta por su hermano), mientras que Ignacio Franzani largó su testimonio sobre Rodrigo y su quehacer, para dejarle el micrófono al director y a las propias actrices. Después llegó Fernando Lasalvia, quien mostró al respetable, como entremés, su corto "Edgar", donde para más remate interviene Antonia, que arrancó las risas precisas por ese toque absurdo, útil para graficar los celos de un hombre por los sueños lúbricos de su mujercita. Ahora, yendo a la peli estelar, LAS NIÑAS está dividida en 4 actos, y transcurre en un departamento, compartido por Sofía y Antonia (los personajes tienen los mismos nombres de las actrices, como pasaba en SÁBADO (2003), de Matías Bize), dos amigas que se tienen la una a la otra, compartiendo objetos y palabras de manera muy emotiva. Sofía da a entender a su amiga, y al espectador ocasional, que tiene un problema serio, muy serio, como lo demuestra su comportamiento frágil e incluso dulce, una situación que llega a un vuelco, el cual amenaza con fisurar el lazo entre ellas, pero lo refuerza, al menos en apariencia; al respecto, valga recordarse el testimonio de la profesora de canto de Sofía. En cuanto a Antonia, un familiar y un ex novio testimonian sobre su personalidad. Que dos niñas/mujeres vivan juntas no significa que haya anuelo lésbico aquí, por más que veamos un duplicado de la foto con Madonna y Britney Spears besándose, puesto en el refrigerador; los morbosos no deberían pasar. Porque esto es amor de amigas, cariño sutil y bien tratado por Marín, usando el blanco y negro más puro para no quitarle elegancia a lo que vemos. El elemento meta-artístico se incluye, con lo que Antonia le muestra a Sofía: un guión basado en su amistad, que parece reunir algo del esquema de esta historia, lo que a Sofía no le agrada. Y no dejemos pasar la chance de contar que, al principio de todo, aparece "Sol de invierno", la ya indiscutible gran canción de Javiera Mena, que Antonia escucha en su auto antes de bajarse. Ni hablar de Sofía, cuando entona un pedazo de "Tu luz", lindeza del último cedé de Lulú Jam! (SUBAN EL VOLUMEN, 2008). LAS NIÑAS es otro atrevimiento, formal y despeinado, de la cosecha chilena, que merece apreciarse; Rodrigo Marín luce tan seguro como sus colegas Bize (ya mencionado) y Sebastián Lelio, a la hora de jugar con los mínimos recursos de tiempo y espacio. El estreno oficial es mañana jueves, y el resto de la info va en el link de abajo. El autor de estas palabras encontró ayer más de lo que buscó. Claro, es que sólo me interesa/la gente bien dispuesta...

www.centroartealameda.cl/lasninas.htm