PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Evelyn Fuentes, austeridad y más calor

Cuando se supo que Evelyn Fuentes, ex vocalista de Christianes, volvía a dar vueltas por algunos lugares, durante el año pasado, la sensación era de acercarse a un reencuentro inesperado, una sorpresa. Sorpresa que ya está capitalizada con la aparición de SIN CULPA (2009, autoedición), álbum totalmente austero en cuanto a instrumentación: la voz de ella, su guitarra y la viola da gamba que Edison Argandoña utiliza, nada más. Ahora, sin la distorsión que Cristián Heyne y Christian Arenas ponían en ese ULTRASOL (1995), Evelyn saca su emoción al ruedo, con el plus importante de ser la autora de cada verso. Esto es un tratado de folk pop honesto, música para almas que buscan momentos contemplativos a pecho abierto, sonidos cálidos y reposados que vibran como un desafío permanente, un bonito atajo a estos tiempos acelerados y digitalizados de mucho perreo, mucho tecktonik y mucho nu rave... Tan simple como que si el tururururururu turururu de "Viajo sin tocar la tierra" se queda en tu oído, y su recuerdo no te suelta, Evelyn habrá cumplido con encantarte, y seo puede prolongarse con las confesiones de "Envuelta en llamas", el candor panorámico de "Acompáñame" y ese pedazo de "Nostalgia". Hay también desgarro sentimental del lacrimógeno, esos mares de llanto que se nombran en "Es el amor... talvez... quizás", el único track donde queda la Fuentes sola en absoluto, entonando una letra que dice cosas gastadas tantas veces, mas esta mujer arrastra aquí los versos con pericia, hasta dejar que la palabra amor sea un susurro doliente y exquisito en ella. Lo hace suyo. Luego, "Maraña" tensa más las cuerdas, escenificando la búsqueda de una idea, tomando todo el aire de una. Y en el terreno de los conflicto entre dos, "Claro" resulta la canción más amarga, donde ella asume la parte del Karma, de ser quien caerá para que la vean en primera fila, víctima de la soberbia de aquel pobre diablo. SIN CULPA, y con la justa inocencia, probada antes y ahora, Evelyn nos regala 11 canciones, once razones para dejarse convencer. No la perdimos, es cierto.