Tuvimos que cruzar
el bosque donde madera y fierros
se confunden misteriosamente
para ir por una caja
de bolsas de té
que nos hacían falta
hace muchos meses.
Tuvimos
que solidificar nuestros silencios
y hacer que nuestro oído
sintiera la quebrazón de la ruta
para no destrozar nuestra confianza.
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