No se puede enviar tu mensaje porque incluye contenido que otras personas de Facebook reportaron como ofensivo.
Esa frasecita es la que aparece si intento linkear mis posteos de este blog. Y no es algo que pasa sólo ahora. Hace dos años que vengo siendo bloqueado de esta manera, desde el desarrollo del estallido social que tuvo su punto de inicio más duro el 18 de octubre de 2019. Eso seguro tiene mucho que ver, no lo dudo, con un posteo llamado "1.200.000 y subiendo", donde me hago cargo de la gran marea humana que estuvo manifestándose en Plaza de la Dignidad, a una semana del #18O, y en mi estilo las cargo contra Piñera, la represión de Carabineros y el vandalismo. Y en los días posteriores a esa publicación, volví a compartir posteos de años anteriores donde el actual Presidente recibe mis palos, más una reseña a un libro de Eugenio Tironi sobre ese personaje. Mis palabras, lo reconozco, fueron ofensivas, pero siempre desde una mirada justa. Lamentablemente, en la proximidad de Halloween, los Piñeralovers o los que se creen guardianes de la paz social y el orden superficial me denunciaron vía la red de don Zuckerberg, y así fue que llevo dos años bajo este bloqueo. No pretendo jugar a hacerme la "vístima", como diría la señora Elizabeth Ogaz. Simplemente quiero insistir en aclarar el punto y desahogarme. Como tantas veces. Yo también he sufrido censura. Porque también sumo puntos de castigo en Facebook, siendo vetado por tres días, o por una semana, o por un mes, sea por usar una palabra con M contra Cristian Castro y su maltrato a parejas, o por insultar a un argentino misógino, o por vomitar contra la dictadura china. El duro camino de expresarme sigue adelante. No me quiero rendir. Y no se olviden:
PIÑERA TIENE QUE PAGAR.
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