Aquella soledad de las tazas de baño
tiradas en una calle cualquiera,
esa blancura cerámica todavía
deslumbrante me pone muy triste:
alguna vez contuvieron la mugre
de unos y otros y hoy las jubilan
así de lozanas, se las llevarán mezcladas
a la mugre, ellas que se lucían tanto.
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