Me presenté en tu puerta sin tanta gala
para que ese pan a recibir
fuese un símbolo puro y descollante
pero cuando avancé por tus paredes
esos movimientos estudiados como que no quiere la cosa
me eclipsaron hasta dejarme en un fuera de juego
que es encantamiento de hada retorcida.
El gusto es mío por tu desenfoque.
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