Te oí llegar hace miles de años
pero todavía
no encuentro sobre este terreno
conflictuado
ningún lienzo o carta o marca de agua
que diga
que estuviste realmente aquí
comiendo
bebiendo
o sangrando tus días que planeaban
otra conquista sin metáforas.
Te oí llegar
y algunos lo aseguran con datos puntuales
pero todavía sigo pensando que tal vez
ese eco tuyo era
un murmullo confuso
o el ruido de lo que pasaba en el pueblo vecino
usualmente
más adelantado que el nuestro.
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