Suele considerarse a Fernando Villegas como un personaje pesote, intelectualmente soberbio, sesgado y amargamente irónico según ciertas gentes. Bueno, yo mismo puedo fruncir el ceño ante sus palos a Camila Vallejo Dowling o su defensa de Cristián Labbé (ex alcalde de Providencia derrotado recientemente; ¡salve, Josefa Errázuriz!), o reprobar la actitud que tuvo en TOLERANCIA CERO (Chilevisión) con el nuevo alcalde de Recoleta. Sin embargo, seguirle el rastro me resulta nutritivo, no sólo por su chasca arquetípica o algunas palabras particulares que suele emplear (majamama sería una de ellas), sino también por su gusto por cierta música o por ese comercial de un analgésico que años ha hizo, demostrando tener un tremendo sentido del humor y de la autoparodia (por eso de que como le interesa la actualidad se leía algo sobre la Guerra de Bizancio).
Sirva esa juntura de líneas como preámbulo para abordar uno de los libros que el Sr. Villegas ha publicado: LOS SIETE PESCADOS CAPITALES (Revista Qué Pasa, 1996, presentación de Cristián Bofill), colección de divagaciones en torno a 7 personajes chilenos de distintas épocas y ámbitos cuyos defectos y virtudes pueden encontrarse de una u otra manera en el comportamiento general de este país. Los "pescados" que revisa el actual presentador de SEÑORAS Y SEÑORES (Radio Oasis, al alimón con Nancy Castillo) en 175 páginas: Augusto Pinochet, el Marqués de Cuevas, Sebastián Piñera, Salvador Allende, Iván Zamorano, Pablo Neruda y Ricardo Lagos. Desde mi vereda lectora, lo que más valoro de estos apuntes, ilustrados con mucha gracia por Hervi, sería lo siguiente: hacer que uno ubique un poco más la existencia del Marqués de Cuevas, sus observaciones sobre los tics del ahora Presidente Piñera ("El chico listo", como se titula el capítulo que le dedica), sus elogios a Zamorano (apunte que incluye una valiosa revisión del término "roto"), su feroz planteamiento acerca de que Neruda se benefició a tutiplén tras ingresar al Partido Comunista (ese capítulo del libro adiciona desvíos relacionados con Schopenhauer y la clasificación cortazariana entre cronopios y famas, más una mención al poco conocido poeta Ruperto Salcedo), y ese sprint final sobre Ricardo Lagos Escobar y su caminar como un "socialista renovado" que preparaba a conciencia el terreno para llegar a La Moneda (ya sabemos qué pasó después, incluyendo el escándalo de los sobresueldos y el cacho del Transantiago que dejó listo para que se implantara durante el período bacheletista; y pensar que voté por él, cresta...). Ofrecido originalmente con un ejemplar de Qué Pasa, y prologado por el mismo Bofill que hoy es compañero suyo en T. CERO y dirige La Tercera, LOS SIETE PESCADOS... resulta, según aquél, un texto interesante y bien fundamentado, sin que eso implique suscribir los puntos de vista del autor. Por mi parte, en algún lugar de mi biblioteca tengo otros volúmenes de Fernando Villegas que esperan ser leídos. Ya llegará el momento de ir hacia ellos.
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