Hace mucho tiempo tenía ganas de escribir algo sobre Masami Akita, y lo voy a hacer de inmediato. Este japonés se ha dedicado, desde 1979, a experimentar con el ruido de manera brutal y completamente certera, usando el alias de Merzbow, adoptado a partir del concepto merzbau, llevado a la práctica por el artista plástico Kurt Schwitters: obras de arte a partir de basura. Justamente, la gracia de Masami pasa por trabajar con basura sónica, con elementos que suelen ser incomodantes para cualquier persona, inquietando sin pedir permiso ni por si acaso, pero también tomando como referencias tópicos como el maltrato animal (Merzbow es tan extremadamente vegano como Morrissey, y por ahí tenía un track donde apuntaba contra Kentucky Fried Chicken) o el sadomasoquismo (al grabar los álbumes de la saga MUSIC FOR BONDAGE PERFORMANCE). Su discografía es monstruosamente amplia, y no exagero cuando digo esto, pues el señor Akita ha sido incluso capaz de una locura increíble como fue, al comenzar este siglo XXI, entregar una caja de... ¡50 cedés!, titulada MERZBOX; hay que estar muy de la cabeza, o ser muy fan, o tener mucho billete para querer comprar esa verdadera caja de truenos y relámpagos, que deja al Andrés Calamaro de EL SALMÓN (2000) convertido en una alpargata.
Para adentrarnos un poquito en los terrenos del personaje en cuestión, tomaremos en cuenta primero VENEOROLOGY (Relapse, 1994), producción de 4 temas que no porque sí apareció en un sello habituado a prensar discos metaleros. De hecho, Masami considera este material como su disco de death metal. Ese espíritu campea a sus anchas sin necesidad de baterías ni solos de guitarra, durante cortes como el inicial y extensísimo "Ananga-Ranga" (29 minutos) y "Klo Ken phantasie". El tercero, "I lead you towards glorious times", corresponde al extracto de una actuación en vivo donde un tal Bara ponía su voz al servicio de la masa bestial, del edificio intimidante que Merzbow construye siempre. "Slave new desart" cierra VENEOROLOGY agregando riqueza rítmica al proceder oscuro. Otro álbum que se puede destacar del nipón es DHARMA (Noise Industries/Hydra Head, 2001), que con el anteriormente nombrado tiene en común al haber aparecido en un label de metal y tener 4 temas. En él se intuye el dolor del acto y su consecuencia a la vez, entrando en el auditor con ráfagas de viento hiriente que llegan después de intentar olvidar lo que se hizo; pensamientos que llegan con el inicio del disco, llamado "I´m coming to the garden... No sound, no memory", se prolongan en "Akashiman", retroceden a ciertos retazos de la infancia con "Piano space for Marimo Kitty" (jazz desfigurado, por ponerle un nombre; Lezet podría acusar su influencia) y se hacen más crudos durante la media hora y poco más de "Frozen guitars and sunloop/7e 802". Merzbow es capaz hasta el día de hoy de dejarnos sin aliento, de refregarnos su condición de maestro de maestros del japanoise (no es el único en las tierras del sol naciente capaz de causar terror de esa manera; acuérdense de Masonna, Yasunao Tone, The Gerogerigegege, Incapacitants y otros). Por todo eso, no sería mala idea que traiga a Chile su arsenal ensordecedor. Ya quisiera sobrevivir a ello.
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