PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: entrecruce de lenguajes

VASTI MICHEL + MARÍA COLORES
Sala SCD, Barrio Bellavista
viernes 8 de junio

A la corta y a la larga fue una sesión íntima, un recital compartido como ponía el afiche promocional, un valioso entrecruce de lenguajes, lo de Vasti y la señorita Ortiz. La primera ya tiene segundo álbum prensado, PENSAMIENTO I FRECUENCIA (la noche anterior lo presentó en Sala Master de Radio Universidad de Chile), del cual mostró piezas que se basan en el uso de la guitarra traspuesta. Sea con esa afinación o con la estandarizada, Michel no abandona su rol de cantora, consiguiendo que los renglones de la tonada convivan con los del blues, mediante punteos y rasgueos llenos de naturalidad. Cuando llegó la segunda anfitriona, se generó una maravillosa comunión piano-guitarra en la versión conjunta de "Viento". Luego, una se quedó sentada en las primeras filas mientras María Colores explicaba y cantaba, fuese guitarreando, en el mismo piano o blandiendo el cuatro, con "El mundo de tu mano" como punto de partida, tanteos de posible material para un segundo largo y las paradas obligadas en "Llamadas perdidas", "No existe la soledad" y "Peces", todo teñido de una belleza indisimulada. Los habituales quejíos circa Regina Spektor, lo pensaba mientras tanto, me remitían también a Chris Martin de Coldplay, vaya a saber por qué. Al cierre regresó Vasti Michel para hacer un tema de autoría de María, y otro de la cantora sureña, "El tiempo que requiero", que triunfó a fuer de un tono tipo Buena Vista Social Club. El abrazo entre las dos tenía sentido. Que se generen estos encuentros habla bien de las voces recientes de la música chilena.