PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Deerhoof, entre las lágrimas, el amor, los dioses y los juegos

Deerhoof es una banda norteamericana, con residencia en San Francisco, California, que viene editando álbumes desde hace 11 años. Sus integrantes principales, o quienes han permanecido durante todo este tiempo, son Greg Saunier (batería) y la japonesa Satomi Matsuzaki (voz y bajo); el guitarrista Rob Fisk estuvo hasta el disco HOLDY PAWS (1999), tras lo cual John Dieterich ocupa ese lugar. Ahora, para el sucesor de FRIEND OPPORTUNITY (2007), se agrega otro guitarrista llamado Edward Rodríguez. Si atendemos al sonido de OFFEND MAGGIE (Kill Rock Stars, 2008), éste se ubica, al menos hoy, porque hay antecedentes de un pasado más ruidoso y caótico, en un art rock que admite melodías en constante desarrollo lúdico, y Satomi juega un papel clave a la hora de poner el caramelo, siempre con sabor extraño pero muy arrebatador, haciendo que recordemos lo más calado de Stereolab ("Fresh born" y sus pa-pa-pa-pa-pas), o que nos riamos deportivamente (el infantilismo delicioso de "Basket ball get your groove..."). Más tenso es el trazado en "My purple past" y en la invocación de "Eaguru guru"; ambas justifican el uso de dos guitarras. No faltan razones para encariñarse con OFFEND MAGGIE, pero la principal lleva por título "The tears and music of love": un ritmo avasallador delinea este tema, fijo para desfilar entre los mejores del año. Mención aparte merece la miniatura "This is God speaking": una marcianada oscilante entre bolero y chachachá, donde dudará el oyente ante tal afirmación (¿de qué Dios me hablan?). Entre las lágrimas, el amor, los dioses y los juegos, Deerhoof tuercen el cuello para volver a mirar, no para agachar la vista en tosquedades. Buscan el pop entre desvíos, y lo encuentran, plantando su bandera, y de pasada volviendo a dignificar la de su discográfica, la misma donde todavía permanecen Xiu Xiu, y que también tuvo en sus filas a The Decemberists antes que Capitol se los llevara.