*Franco de Vita
Serpiente o roedor, lo que había
en el sueño de anoche distaba
de ser esa línea de flotación hermosa
que se promociona en los avisos
de colchones, la pista traslúcida
perdía terreno ante el marabú creciente,
lo húmedo por barroso me cegaba, lo
respirable no se oye padre,
la casa iluminada donde antes estaba
una rubia que siempre tuvo una sonrisa
ya es un templo quemado con dos ogros
de rostros indescriptibles;
lo que había
no lo quiero repetir porque me deja
un jadeo incómodo junto a la almohada,
pobrecita, quién la manda a cargar
con la cabeza de un poeta de quinto nivel
y bajando.
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