INFOLIOS DE ESTE TIEMPO Y OTROS: el balance ameno por escrito de Denise Rosenthal

Denise Sofía Rosenthal nos tomó por sorpresa durante el año pasado. A un mes de lanzar su disco CAMBIO DE PIEL, sacó un libro cuya presentación fue en la FILSA, con Manuel Maira encargándose de las preguntas. ¿Qué libro puede ser capaz de elaborar esta chica que se hizo popular en Amango y El Blog de la Feña, con tan poco tiempo en este mundo? Ella misma, cuando firmó el contrato para hacerlo, no estaba tan convencida, pero de a poco han salido los recuerdos que la ayudaron a armarlo. LA VIDA EN MOVIMIENTO (Black Birds, 2017) funciona como el balance parcial de una vida que quiere descubrir cosas especiales mientras aprende a amar y a jugársela en cada desafío. Me acostumbré a sentirme acompañada mientras escribía, dice la cantante. Y además señala: Este libro abre puertas y ventanas a aristas mías que nunca antes había expuesto con tanta libertad. Esas rendijas nos llevan a enterarnos de las pataletas primerizas de la Pequeña D., de cuando bailaba al ritmo de E-O Tchan (ese hit noventero brasuca que aludía al acto sexual destinado a procrear: ¿le habrán aclarado ese punto a la chica?), de su primera maqueta musical, y más tarde el salto a todo lo que hemos visto y escuchado de Denise, ahondando en el comidillo en torno a ella cuando hacía de la inolvidable Feña MacGellar (el extinto portal CRTL+Z la llamaba "maldita pelolais"), o a su sensación de extrañeza cuando se presentó con Amango en el Festival de Viña 2008 (entre Nelly Furtado y Calle 13). Está su visión sobre la manera en que muchos la cotejan como una muchacha sexi (recuerdo cuando Werne Núñez le dijo en TV: en mi mente siempre te veo sin ropa; esa onda), poniendo en un primer plano su trasero por sobre su entrega vocal; ese capítulo del libro se llama "Sex bomb". También esa amarga experiencia de aguantar el hostigamiento virtual de una tipa perturbada que la amenazó de muerte, enojada porque supuestamente la ídola se negó a sacarse una foto con ella; Ms. Rosenthal reprueba que el caso se haya difundido mediáticamente más de la cuenta. Pasando páginas de igual modo se desgajan las historias que dieron vida a algunas canciones de CAMBIO DE PIEL como "Luna", "Rododendro" o "Isidora", esta última sobre la muerte por atropello de una gran amiga suya, experiencia que la llevó a reflexionar de mejor manera sobre la pérdida y como no ser egoísta con los recuerdos de esa persona amada que se fue. EL CONTROL SOBRE LO QUE SE QUIERE REALMENTE NO EXISTE, es solo un afán de pertenencia, escribe la otrora Marcela Flores en la telenovela El Camionero. En algunos pasajes hay momentos muy en plan autoayuda, sin caer en el pilarsordismo repulsivo: como la propia historia del rododendro que le contaba su mamá, esa sobre la envidia que aparece en el capítulo "Robar tu luz" u otra que le contó su padre, sobre un burro que se cae a un pozo, la misma que alguna vez Eduardo Bonvallet barnizaba a su modo en su tribuna radial, y que Denise ha utilizado en sus conciertos como intro para "Can´t stop me". El resultado de todo esto es un volumen tremendamente ameno, muy honesto, lleno de esos colores de liberación que menciona la antitriona en "Lucha en equilibrio", el work in progress de un talento integral que puede darnos más alegrías a futuro. Las ilustraciones de este libro son responsabilidad de Fab Ciraolo, el mismo que hace poco hizo lo mismo con DORMANCIA, el debut poético de Andrea Velasco. Los fans de Denise están más que complacidos.