CARTA ABIERTA A NICOLÁS LÓPEZ

Nicolás:

Déjame empezar diciéndote que yo sé de tu existencia desde los locos años 90, cuando agarraba la Zona de Contacto y leía tus columnas. O por ese cortometraje donde te burlabas de los mitos en torno a la masturbación, aquel Pajero que mostraron en el Maldita Sea. Sentía que lo tuyo podría cristalizar en algo especial. Así fue con buena parte de tus producciones en largo: PROMEDIO ROJO, la trilogía QUÉ PENA, SIN FILTRO o esa montaña rusa de emociones llamada NO ESTOY LOCA. Rentables comercialmente hablando, entretenidas por lo alto, carne de cañón para la crítica especializada o para el tribunal de las redes sociales. Para gustos, colores.

En medio del éxito avasallador de NEL, diste una entrevista a Revista Sábado de El Mercurio, donde aparecías con Josefina Cisternas acompañándote. Tal aparición tuya te retrata de cuerpo entero, con pelos y señales, a manera de manifiesto, un ars poetica canalla, señalando que un director de cine tiene que ser un degenerado, que debe volcar su energía sexual a la hora de filmar. O algo así. El paquete incluye decir que los que critican mal tus obras son unos imbéciles, o derechamente los tratas de "enfermos mentales", como hiciste con Leopoldo Muñoz, nada menos que el marido de Julia Vial. Qué bonito eso de denostar a quienes no piensan igual que tú... Ahí es donde la intolerancia filofascista campea a sus anchas. Dicen que SANTOS (admito que no la vi) es tu peor película, tu mayor fracaso comercial, y que en ese momento de crisis tuviste pruebas de humildad -pero en verdad se nota que no has aprendido nada, que no has sido lo suficientemente humilde, que tu soberbia es tan grande como la del mismísimo Kanye West.

Con otro texto en torno a ti, publicado en la misma revista, se abre otra compuerta, más dolorosa, más impactante, más descarnada. Ocho mujeres se deciden a hablar en contra tuya. Algunas de ellas las ubico bastante: Tutú Vidaurre, Andrea Velasco, Josefina Montané, Lucy Cominetti... A una le dijiste que tenia que lucir más rockera, menos perna. A la sobrina del ex ministro la tuviste en las tres QP fielmente, pero la hostigaste y le negaste el derecho a cobrar lo mismo que Ariel Levy. A la Pin la llamaste porque tenías en mente realizar una serie que iba a ser comprada por un canal de Miami, con el plus infame de preguntarle si podías agarrarle una teta sin su consentimiento y hacerle insinuaciones cochinas. ¡A ella, que es un angelito, madre de dos hijas! Menos mal que Josefina no se volvió a encontrar contigo. Respecto a Lucy, bueno, ella estuvo como Sofía en QUÉ PENA TU VIDA, llegando a priorizar lo profesional por sobre lo personal, aguantando tu actitud de machito con poder en el entorno de este Chile arribista. Tú la acosaste constantemente, manifestando tu deseo de tener sexo (contraseña: "tirar"), mostrando tu parte más lasciva pero sin poesía, sin seducción galana porque no te da para más, como un cerdo asqueroso, y a tus amiguitos le decías que decías que era una tipa rara. Le llegaste a decir, Dios mío, "hueona con Asperger". Aquí es donde me quiero detener. ¿Te das cuenta de la falta de respeto que cometiste? Tú mismo has tenido problemas siquiátricos, te recetaron Rize, todo eso. Y vas por la vida denostando a los niños Down (la escena en que la Ignacia Allamand dice aquello, como Úrsula Brunner) y a quienes tienen un TEA (trastorno del espectro autista), como yo, pues fui diagnosticado como Asperger a los 14 años. Por lo tanto me revienta las hueas que trates así a Lucy. La combi completa, como diría algún trapero: MARICÓN, DISCRIMINADOR E INCONSECUENTE. No sabes tratar a las mujeres. Como en tu adolescencia de mierda las minas no te pescaban, ahora que eres director de cine y fundaste una productora crees que ellas deben estar a tu disposición, darte la pasá como se dice en buen chileno. No puedes echarle la culpa a tus trancas hueonas. Entre todos los datos que he pillado sobre ti, no puedo dejar pasar que una vez tu mamá te sirvió la comida, y como no te gustó, ¡se la tiraste encima! Lindo el hijito. Yo también he sido mañoso con la comida, ergo no podría ser como el HACEDOR DE HAMBRE ni como otros catadores, y he discutido con mi mamá por cuestiones puntuales sin pretender faltarle el respeto, pero tú seguro fuiste una mierda de persona desde mucho antes. ¿De qué te sirve hacer buenas películas o tener espléndido olfato comercial, si ese potencial lo malgastas en el ítem de relaciones personales, pasando por encima de las mujeres? Nicolás López, ERES UN POBRE Y TRISTE HUEÓN RECULIAO. Me siento muy mal, porque tipos como tú dejan muy mal parado al género masculino y al ambiente del cine chileno, y me dejas con ese amargo saber de creer que perdí mi tiempo masticando dentro de mí la frase destacada en NO ESTOY LOCA: Ser feliz es la mejor venganza. Esa hueá es mala copia del "Living well is the best revenge" de R.E.M. Michael Stipe debería agarrarte a puteadas. El videíto donde dices que no eres abusador ni acosador no te lo cree ni Chupalín. Eres tan miserable que antes de salir ese reportaje diste una entrevista a La Tercera donde contabas que harías una peli sobre el tema del acoso. Y le pides ayuda a la misma empresa de asesorías que le tira un salvavidas a Herval Abreu, otro sátiro repugnante. Por si fuera poco, tu abogada ya está amenazando a tus víctimas, que serán defendidas por Juan Pablo Hermosilla, hombre creíble al 99,9%. Cómo quisiera que el Banco Estado no vuelva a pasarte ni un peso más para hacer otra película. Y si regresas a presentar otra obra, la masa leída, la consciente, no perderá plata ni minutaje precioso en ir al cine. Falta que hable la Paz Bascuñán, la mujer de tu socio Asensio, otra de tus musas, para ver si habla del lado de la sororidad o de tu costado so fuckin disgusting. Eres lo peor, López. Te odio tanto que por terminar esta carta todavía no empiezo a almorzar. ¡CHÚPALA MEANDO, CINEASTA MUGRIENTO, MISÓGINO SIN CORAZÓN, PIÑIÑIENTO E MIERDA!

Atentamente,

Swan Puaj Montané.-

P.D.: ESA MANITO NO HAY QUE SACARLA.