11 diciembre, 2017

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: vale la pena volver


LCD SOUNDSYSTEM
American Dream
(DFA/Columbia/Sony, 2017)

/ROCK ELECTRÓNICO/ Mirada hacia atrás: la banda de James Murphy sacaba THIS IS HAPPENING (2010), otra demostración de cómo hermanar rock y electrónica sin morir por completo, y de pasada el capitán ya mostraba la necesidad de poner el punto final. Tras unos cuantos conciertos en 2011, entre los cuales se incluyó uno en el Teatro Caupolicán de Santiago y otro en el Madison Square Garden de Nueva York más tarde, LCD Soundsystem quedaban hasta allí. No fueron pocos quienes se desconcertaron enormemente con la decisión de Murphy. Eso de estar "demasiado viejo para el rock n´roll" no se lo creyó nadie. Ni su abuela. Pasaron los años con él siempre atento a promover más propuestas seductoras desde la casa DFA: Holy Ghost, Prinzhorn Dance School y YACHT se colaban por las ventanillas de quienes difunden la música más fresca. Y Murphy algunas veces intervenía en ciertos lugares como DJ. Y más de uno imaginaba el siguiente escenario: James en su cama, durmiendo o intentando dormir, y abruptamente se incorporan en su mente voces, unas graves, otras medias, otras agudas, todas y cada una con un mensaje machacón, evervante: arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete, ¡ARREPIÉNTETE! Murphy despierta sudado. Pasmado. No sabe qué decir. Esas voces están por algo. Con el paso de los años llegaría a descubrirlo.

De los arrepentidos es el reino de los cielos, dicen por ahí. Y Murphy ya pillaba la idea: hay que volver. Como en la canción de Franco Simone, se deshicieron las maletas antes de emprender el viaje. De a poco LCD Soundsystem fue reapareciendo, con conciertos y un villancico propio. Con ganas de ofrecer lo mejor sea como sea. Desembocando en la llegada del cuarto álbum, el que sí o sí tenía que igualarse a LCD SOUNDSYSTEM (2005), SOUND OF SILVER (2007) y el mencionado THIS IS HAPPENING, eso sin contar 45:33 (2006), sinfonía para salir a correr, un encargo para Nike que al principio sólo se distribuyó vía I-Tunes, y más tarde fue disco físico con algunas remezclas de canciones aparecidas en SOUND OF SILVER. La pregunta que todos se hacen: ¿qué hay de especial y novedoso en este AMERICAN DREAM? De novedad poco y nada, se mantiene la intención del héroe conocido de utilizar los palos del rock subterráneo y la electrónica exploratoria, con esa pulsión insaciable marca de la casa de vaciar a un cuenco imaginario los sonidos que distintos referentes han sabido instalar. Murphy es un conocedor de mucha música de distintas épocas, alguien con una obsesión clara por reverenciar esos legados, tal como lo dejó escrito en ese manifiesto mayúsculo de 2002 que fue "Losing my edge". El krautrock, The Fall (ya dijo Mark E. Smith en su momento que no le hacía gracia que un gringo le calcara la manera de cantar o no cantar), Public Image Limited y Suicide son algunas de esas referencias, de hecho la dupla de Martin Rev y el difunto Alan Vega resuenan en el espíritu hipnótico de piezas como la inaugural "Oh baby" o la propia "American dream": el sueño como otro despertar, no como un sucedáneo que bloquee las percepciones. En casi setenta minutos, duración más que generosa, LCD Soundsystem hacen cuadrar todo, pulen, rellenan y entregan en la mano otra obra maestra. Es que James no hace ni dopado un disco malo. Aunque a veces se corre el riesgo de imitarse a sí mismos: "Call the police" se asemeja un pelín a "All my friends". La sensación final es la de un LP que remece y no decepciona, aunque a diferencia de los 3 discos anteriores no hay muchas concesiones a la galucha, ningún hit que pueda ser devorado por las fauces del cortinaje radial, televisivo y/o publicitario (¡si "Daft Punk is playing at my house" llegó a sonar hasta en MORANDÉ CON COMPAÑÍA!). O sea que eso de "You wanted a hit" que cantaban en el THIS IS... deberían decirlo aquí mismo. Nota aparte para "How do you sleep?", la manera en que el capitán se refiere a la alta traición que Tim Goldsworthy le hizo, llevándose cual Sergio Jadue platas que eran de DFA. John Lennon le cantaba eso mismo a Paul McCartney en 1971, y en esta tanda Murphy hace lo propio, pero evadiendo el lloriqueo barato y jugando con un ritmo sólido. La vida sigue, señores, y aunque suene a cliché barato, James Murphy sigue siendo el puto amo. Como decía el Puma Rodríguez, vale la pena volver.

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