MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: ingratitud lluviosa

Ayer domingo me dediqué a limpiar la mesa del patio con cloro en gel, de manera tan lúdica que dibujé una bandera chilena con el líquido de marras antes de enjuagar, mientras escuchaba a Jorge Lira presentar los contenidos de SONAR CHILENO (estuvo de rechuparse, por los temas de Guiso, La Big Rabia, SCL, Bárbara y los Rotos del Rock, Masta...). Creía que la lluvia no aparecería de nuevo, pensamiento que se podría transmutar en una tabla de náufrago para mi conducta de pluviófobo a concho. Limpio y seco todo, seguí con la 105.7 de fondo, poniendo mis cuadernos para mi sesión tipo "mesa de redacción", una de las variantes utilizadas en ese mueble; otras son la del taller de poesía (pasar en limpio y corregir, siguiendo un consejo del gran Floridor Pérez), la del comedor y la del timbal aislacionista (ya saben, el ruido es una de mis pasiones). Todo bien, hasta que mientras sonaba "So lonely" de The Police (nota aparte: ¿se han dado cuenta que a Sting se le entiende un mensajito subliminal, eso de "afiló"? ¿A quién se estaban afilando en la canción mientras Gordon grita que se siente tan solito? Ja ja jaaaaa...) caen las putas gotas otra vez. Me había jugado el pellejo por quedarme en el patio y de nuevo quedo picado. Y digo de nuevo porque el sábado llovió también, lo cual me obligó a perderme un concierto en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) donde estuvieron Lluvia Ácida, Luis Marte y Mika Martini con su alias improvisativo, Frank Benkho. El resto del séptimo día me dediqué a ver la repetición del primer capítulo de COBRE (Mega), a escuchar el partido que empató Colo Colo con Rangers, a comprar obleas Nik en el supermercado más cercano, a escuchar la repetición de NACIÓN ELÉCTRICA (Radio Uno), y a ver LOS 80 (Canal 13), cuya temporada quinta lleva 3 capítulos al aire.