MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: ¿homofobia en la Católica?

A estas alturas de la post-posmodernidad, o la era del post todo, Juan Cervera dixit, resulta indignante que todavía haya mentes y bocas capaces de avalar tesis sesgadas que parecen de siglos y siglos atrás. Lo digo a raíz de lo que ha ocurrido en la Pontificia Universidad Católica de Chile: la realización de un seminario sobre cómo sanar la homosexualidad -¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ???* Sí, tal como leen: albergaron en la PUC un seminario donde se le da cuerda a la idea retrógrada de la homosexualidad como enfermedad extirpable, algo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya enterró hace décadas. ¿Cómo es posible que en 2012 todavía haya personas que piensen y hablen así? Duele más todavía tamaña atrocidad ideológica con el crimen de Daniel Zamudio fresco en la memoria, la inmundicia de Pato Core y sus amigos seudo neonazis, la desgracia que tuvo que pasar para ver promulgada de una putísima vez la Ley Antidiscriminación. Se señala a Mario Correa, secretario general de la PUC, como el responsable de organizar este seminario y, para más remate, exponer en él, algo que también hizo un personaje al que se debería escupir de frentón: Jorge Reyes, el abogado conservador que se puso a hablar imbecilidades sobre el propio Zamudio, y que en su ponencia durante el día de ayer dijo, ascuchen cauros, que la Ley Antidiscriminación atenta contra la familia. O sea, ¿qué onda? ¿Por qué una institución como la U. Católica la de tribuna a una manga de cretinos que se creen dueños de una "verdad" que no debería ser? ¿Por qué Correa pretende cagarse en la diversidad? ¿Por qué remierda no renuncia a su cargo? ¿Por qué debemos seguir aguantando en el Chile del siglo XXI esto? Exijo una explicación a los directivos de la PUC. Vergüenza da, papito. En vez de esta porquería discriminatoria, deberían hacer un seminario sobre Lady Gaga, Valentina Roth, Tanza Varela o el perrito de Lipigas, o por último invitar al Conejo Nacional de Televisión a exponer, alguien que el gordo Pablo Araujo conoce de sobra.

*Léase como Cristina Moreno.