PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Signos de Soda Stereo, o en qué estaba Cerati en 1986

Resuena en nustras almas darse cuenta que han pasado 2 años, dos duras vueltas de calendario, desde que Gustavo Cerati cayera en coma, tras ofrecer un concierto en Venezuela. No son pocos los que desean volver a ver despierto al ex esposo de Cecilia Amenábar. No son pocos quienes releen cada verso suyo con la esperanza de que lo vuelva a interpretar al micrófono.

Mientras eso pasa, mantengamos el tributo constante poniendo en la radio cassette uno de los álbumes de Soda Stereo, el trío que completaban Charly Alberti y Zeta Bosio: SIGNOS (CBS, 1986). Considérese con toda propiedad el primer álbum fundamental del grupo, tras dos elepés de principiante que igual causaban buena impresión, léase SODA STEREO (1984) y NADA PERSONAL (1985). Las malas lenguas cuentan que Cerati escribió las letras de estos ocho temas durante una noche en que consumía vaya a saber qué drogas (disculpen el chistecillo localista, pero si fue así, no creo que haya tomado Ravotril con una Quilmes, claro que no). Sea como sea, el Gus de entonces abrazaba una lírica lejos de los tópicos adolescentes/frivolones anteriores, y la música alcanza dimensiones más tensas, más nerviosas, más desesperadas. Por esos trancos deambulan "Sin sobresaltos", "Prófugos" (himno emblemático), "El rito", "En camino" y "Final Caja Negra" (la del y sin embargo, que estuvo a punto de darle título al disco; sus arreglos serán influencia segura para los Saiko de "Happy hour"). También se apela a los entresijos sexuales: "Persiana americana" pinta un fresco voyerista de aquellos, y la canción titular es como otro "Juego de seducción" más esquivo y ansioso (con los dientes/rasgaré tus medias), bordado con punteos de guitarra electroacústica muy hermosos, siempre a cargo de Cerati. Sí, estimado lector, me queda hablar de un tema más: "No existes", pasaje de recriminación constante, con un Gus rabioso como el que más; tal vez es por culpa de la telenovela Fuera de Control (estrenada por Canal 13 en 1999) que se me quedó alojada en el coco. SIGNOS fue un paso adelante para Soda, el cierre de una etapa, así como DOBLE VIDA (1988) era la transición a la brillantez mayor de CANCIÓN ANIMAL (1990) y DYNAMO (1992), ambos destacados entre los mejores discos internacionales reseñados en este blog durante la etapa 2005-2010 (27º y 20º respectivamente).