PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el trompetista feliz

DANIEL LENCINA
Feria del Libro del Parque Forestal
Plaza Juan Sebastián Bach
martes 20 de enero

Durante la inauguración de una feria literaria habitual en la segunda quincena de cada año, y que se instala frente al Museo de Arte Contemporáneo (me parece que sólo en 2005 estuvo frente al Bellas Artes), el elemento musical fue puesto por Daniel Lencina, hombre oriundo de Uruguay que hace mucho tiempo está entre nosotros, convirtiéndose en alguien entrañable. Manifestó desde el comienzo la voluntad segura de brindar lo que llamó easy jazz, o sea, la variación para todo público de ese género añoso y noble. Y si hablamos de ser grato, este señor se paseó por clásicos muy probados, léase "Cheek to cheek", "I´ve got you under my skin" y "What a wonderful world", apoyados con palmas y aplausos que cayeron sobre el protagonista y su trío acompañante: su hijo a la guitarra, Cristián Monreal en el contrabajo, y Alejandro Espinosa, jazzman de trayectoria destacada, en la batería. Daniel se involucró más y más con la gente, dialogando sin ataduras y ofreciendo "As time goes by" a pura trompeta. Otro momento especial: cuando sonó "Caravan", original de Duke Ellington, carnaza para el lucimiento del baterista y los juegos que Lencina hacía con un vaso plástico sobre su instrumento; este apunte más desbocado alargaba su final con intencionalidad humorística. El desenlace llegó con la animadísima "When the saints go marching in": allí Daniel hijo tuvo su solo, y los asistentes más felicidad de la ya asignada, una que no andaba lejos de la que Estados Unidos sentía ese día, con Barack Obama asumiendo su cargo presidencial. Mientras pasaba lo que se ha descrito, los nietecitos de Lencina tenían su propio show, en primera fila y con su mamá atenta. El trompetista feliz dejó de la misma manera a quienes le hicieron caso. Muchas gracias, don Daniel.