MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: taxi drivers

En el primer capítulo de la temporada veraniega del CLUB DE LA COMEDIA (Chilevisión), emitido hace dos días, Fabrizio Copano insistía en un tópico: los taxistas, y una mala costumbre de ellos, que consiste en dejar el letrero LIBRE cuando llevan pasajeros, cuando se supone que deberían tenerlo puesto sólo al llevar el vehículo desocupado. Y el hermano chico de quien conduce LA GRÚA (Rock & Pop, lo escucho ahora mientras escribo) se pregunta si lo dejan porque quieren demostrar que se sienten libres. Tales indagaciones vuelven a sonar en mi oreja gracias a Pablo Mackenna Dörr, quien insistía en lo anterior, mientras acompañaba a Felipe Bianchi en VUELTAS POR EL UNIVERSO, espacio matinal de Radio Universo, además de agregar su desconfianza hacia las tarifas que cobran estos señores, y su poca claridad en las boletas. Con razón a mí no me nace pedir un taxi a la hora de dar vueltas por la gran ciudad. Tengo más aprecio por los colectivos, que son parecidos a los taxis, pero sólo van por rutas establecidas, y cobran lo justo; varias veces los he ocupado para ir hacia las cercanías de la Estación Central, o de allí hasta Santo Domingo. La última vez necesité uno para acercarme a la Bodega Acuenta de Carrascal. Al terminar este texto, vuelvo a recordar cuando en Conspiración Copano salió el video de "Libre", canción interpretada por Copanito, a la usanza de las baladas italianas, sobre el tema ya tratado, y que tenía una huincha que ponía como director del clip a Ramón Ulloa (¿supo de este hueveo quien hoy trabaja para CNN Chile?).