MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: el fuera de juego definitivo de Fernando Cornejo

La familia del fútbol local, incluyendo a quienes lo cubren mediáticamente, y a sus hinchas, sean activos o no tanto, está lamentando la muerte de Fernando Cornejo: se trata de un hombre que fue importante para Cobreloa, club donde se ganó el apodo de Corazón de Minero, logrando jugar en momentos triunfales de la talla del campeonato 1992, y también en ese 2003 donde se quedaron con los dos títulos, Apertura y Clausura, venciendo a Colo Colo (Nelson Acosta y Luis Garisto alternándose como técnicos). Cornejo fue además parte de la Selección Nacional que jugó el Mundial 1998 en Francia, y en las Eliminatorias previas aportó un gol tremendo, ese tiro libre contra Argentina en Buenos Aires (1-1 terminó ese juego), joya para la posteridad. A fines de 2008 se le informó que tenía un cáncer gástrico, justo cuando ejercía labores relacionadas con las divisiones inferiores de su club amado. Su organismo no pudo más, y en las primeras horas de ayer sábado (o el trasnoche del viernes, si se quiere poner así) abandonó este mundo, a los 39 años, con una esposa e hijos que lo recordarán noblemente. Lo mismo harán de seguro los hinchas loínos, y quienes llegaron a esa World Cup (¿hace falta decir quiénes estuvieron?: Iván Zamorano, Marcelo Salas, Nelson Tapia, Pedro Reyes...) Él tuvo una estima humilde, y se destacó sin escandalillos pedorros, siempre por entregarse con decencia y pasión, camino que varios futbolistas de hoy deberían seguir. Descansará en el cielo, y lo va a merecer, por haberse aferrado a la vida, como decía su señora. Sólo resta decirle a Fernando: HASTA SIEMPRE.