CAJA MALDITA: el nuevo Villouta

José Miguel Villouta, a quien considero un ícono mediático de mi generación (yo era un pendejo en esos años, pero tengo claro que muchas cosas de esa época me marcan), no lo pasó muy bien tras ser despedido de SQP (Chilevisión), llegando al abismo del polvo blanco sin más. Sus aportes en tevé (Extra Jóvenes, Tú la Llevai, El Interruptor), radio (Carolina, Rock & Pop, Tiempo) y en papel (Zona de Contacto), fuera de haber creado la serie Cabra Chica Gritona (¡sí, todo el rato, in my life!), siempre han sido atractivos al dirigir su mirada a la vida y lo que la actualidad iba dejando, en un estilo fresco y espontáneo. La reinserción de Villouta en la pantalla se concreta con LOS NUEVOS CHILENOS (LIV, lunes a viernes 0:00; repetición a las 19:00 del día siguiente, y el domingo a las 22:30), programa que pone en la mesa la idea de dar tribuna a esas personas (o personajes) que pasan los 30 años, o se acercan al target, la generación del cambio que le dicen, para conversar sobre temas de interés reciente: en la primera semana se habló de monogamia, las anomalías del gobierno chino en cuestiones de derechos humanos (a propósito de las Olimpíadas de Beijing), la energía nuclear, la publicidad en espacios públicos y cómo tratar a las mujeres en asuntos de conquista. Aquella faceta es lo más acertado de LOS NUEVOS CHILENOS. Porque cuando al anfitrión se le ocurre reírse de las últimas noticias, mientras hace bailar a sus modelos, bautizadas como el Team Villouta, maniobra que nos retrotrae a Panoramix, eso resulta muy forzado; o José Miguel pule esa faceta humorística allí, o mejor la elimina, porque no conviene lucir como el Schiappacasse de La Última Tentación, o el Julio César de La Tele o Yo, ni someter a las señoritas a tal ridículo baile. Eso sí, ojo con la sección A Tontas y a Locas, donde una tal Colomba pretende mostrarnos lugares con onda, para después quejarse al cierre; así lo hizo en el Barrio República. El nuevo J.M. Villouta se ve feliz y confiado, pero le falta afinar lo suyo. No debería tardar en ello.