MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: desdichas del incendio

Juan Pablo Sáez no lo está pasando nada de bien esta semana. El miércoles se realizaban labores de reparación en el Teatro San Ginés, que es de su propiedad, cuando cerca de las 10 una chispa saltó de la máquina de soldar y causó un incendio en el recinto. El actor logró salvar a su padre, que estaba adentro; tanto él como su hijo quedaron internados en la Clínica Alemana. Lo bueno es que el lugar tiene seguros comprometidos. Preocupa una noticia de esta magnitud, ya que Sáez lleva casi 10 años con el San Ginés funcionando en el Barrio Bellavista, y su prosperidad no ha sido falsa, ya que posee una sucursal en el Mall Plaza Vespucio; la lógica indica que si había funciones programadas en el teatro de calle Malinkrodt, seguirían en ese otro espacio. Personalmente, tengo un aprecio especial por Juan Pablo, ya que lo he visto varias veces en teleseries como Adrenalina (1996), Playa Salvaje (1997) y Cerroalegre (1999), también cuando estuvo en la continuidad del naciente Canal Rock & Pop, en 1995. La última vez que estuvo su nombre en la plana periodística fue por una acusación de acoso sexual por parte de Pía Cichero, con quien compartía la conducción de Mekano, cuestión que no se comprobó. Tranquilo, hombre, las cosas irán arreglándose, en nombre de la actuación, en nombre de Dios.