algo simbólicamente sagrado
(sea el frote de una pelota
o el deslizamiento del lápiz
sobre la hoja) o haciendo
de lo sagrado algo todavía
más sagrado al pisar
las baldosas del templo
o el pasto que conduce
a la dimensión honda
de ese parque viejo y oloroso
trato de reconducir mis pasos
de joven viejo o viejo
entrando en otros pesos
que cuida lo que a uno lo cubre
o incorpora señales necesarias
a su noción ritual o derechamente
zambulle lo profano y lo sagrado
en un pozo de aceite soleado
eso que lleva mi mirada profana
que palpa lo sagrado o lo intenta.
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