PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Public Image Limited, es lo que había (en medio del caos)

El año pasado, durante el festival Summercase de Barcelona, se encontraba John Lydon actuando con los Sex Pistols. Más tarde, Kele Okereke, líder de Bloc Party, se le acercó en buena para preguntarle algo sobre Public Image Limited; Lydon (o Rotten) le devuelve su consulta insultándolo con descaro, poniéndose racista y mandando a tres tipos para golpearlo, algo que no desearía mamarse nadie, nunca.

Esa anécdota habla bastante de lo que piensa John (aunque hay maneras mejores de expresarlo; quizás el alcohol es más fuerte) sobre esa experiencia posterior a la breve vida oficial que tuvieron las Pistolas Sexuales, hasta que Malcolm McLaren, su manager, los estafó. Este juanito podrido (¿y voh?) prefiere hoy reportarse para cantar "God save the Queen" o "Pretty vacant", que reincidir en la experimentación rock con asedios al dub que practicó con Keith Levene y Jah Wobble, un trayecto donde hubo caos, consumo intensivo de drogas y desavencias creativas. Sin embargo, de allí salieron cosas altamente interesantes, en álbumes de la talla de PUBLIC IMAGE (1978), METAL BOX (1979, considerada su obra maestra) y FLOWERS OF ROMANCE (1981). Viene al caso citar, del segundo disco, la eficiencia en el bajo de Wobble vía "Socialist", y el difícil envoltorio de "Poptones", una que podría haber sido compuesta por Michel Cloup, estuviese con Diabologum o con su escuadra actual, Expérience. Jah dejó primero la banda, y Levene hizo lo mismo durante 1983. Entonces, John Lydon, mientras daba vueltas por el mundo, se dio maña para despachar el que sería el cuarto capítulo de PiL: THIS IS WHAT YOU WANT... THIS IS WHAT YOU GET (Virgin/Asylum/Elektra, 1984), con Martin Atkins dándole una manito de gato multi instrumentista (allí toca batería, teclados y guitarra, entre otros soportes); también los acompañan allí Louis Bernardi, Gary Barnacle, Richard Cottle y Colin Woore. La frase que titula el disco se repite en la intro, "Bad life", y en "The Order of Death", final sintético casi balsámico. "This is not a love song" machaca la amenaza, tirando la piedra para que otras manos juzguen sin esconder; como las de los ya citados Expérience, que repetían la cantaleta al cierre de "Too much love" (en HEMISPHÉRE GAUCHE, 2004), y versionaban el original más tarde (en POSITIVE KARAOKE WITH A GUN/NEGATIVE KARAOKE WITH A SMILE, 2005). "Solitaire" es puro y duro dance punk terrorífico, a golpes de tensión muy pulidos. Las tres primeras canciones sirven para rastrear a uno de los predecesores de cada barullo que Radio 4, !!!, Out Hud y The Rapture han causado en la década cero. En "Tie me to the length of that" hay puro siniestrismo oblicuo, mientras que "The pardon" es tribalmente espesa (Atkins y sus baquetas, al máximo), "Where are you" planta la desesperación a niveles asfixiantes, con Lydon metiendo violines ácidos, a la par con su voz hirviente, y "1991" busca una ventana al futuro, aunque no la haya. La mayoría de estos tracks ya había sido grabada con Levene antes de la ruptura, por lo tanto tuvieron que ser rehechos, lo cual no impide apreciar este THIS IS WHAT YOU WANT... como un disco estimulante, otro reverso selecto de las movidas musicales generadas en los ochenta. No es por menospreciar el legado punketa de los Sex Pistols, que harta diversión le ha dado a este mundo, pero lo de PiL merece más respeto todavía: en medio del caos, con ideas que no precisaban márgenes de rock trivial, John Lydon eligió un soundtrack para expresar cosas que iban más allá de atacar instituciones, y hay que agradecer esa faceta distinta. Es lo que había. Y lo que hay que conservar.