MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: el cuarto creciente de Fernando González en Viña del Mar

Una semana redondísima se cerró ayer para Fernando González, quien ganó merecidamente el Abierto de Tenis de Viña del Mar, también conocido como Movistar Open, tras derrotar al argentino José Acasuso (quien fue campeón allí el 2006) por un marcador de 6-1 / 6-3. La tónica de la participación que tuvo González no fue ni siquiera de menor a mayor, sino de mayor a más mayor, debutando en segunda ronda, ya que por ser cabeza de serie principal quedó libre: el miércoles venció a Máximo González (ARG), el viernes al también trasandino Juan Mónaco (que llegó a farfullar palabrotas que se escucharon claritas en la transmisión televisiva, je), el sábado al uruguayo Pablo Cuevas (que al año pasado se la puso más difícil; este mismo jugador ganó después la final de dobles, en pleno trasnoche), y ayer, como dije al principio, al Chucho Acasuso. La contundencia del tenis que este hombre de La Reina mostró da para pensar en que este 2009 puede ser estupendísimo, ideal para que llegue a mostrar un nivel que lo devuelva a la lista de los 10. Y eso servirá igualmente a la hora de enfrentar los desafíos en equipo de la Copa Davis, siendo el más próximo aquel que tendremos contra Croacia, a principios de marzo. Con los puntos que ganó sube del puesto 18º al 15º. Esta es la cuarta vez que el medallista de plata en Beijing 2008 gana este campeonato: ya se quedó con la copa en 2002, 2004 y el año pasado. El Bombardero, como ciertas lunas, tiene su cuarto creciente, y lo consiguió frente al mar.