David Rosenmann-Taub lo dijo alguna vez: Mi inspiración no tiene vacaciones. Pues bien, esa premisa vuelve a ser manida por los miembros del CLUB DE LA COMEDIA (Chilevisión, lunes 22:00), entregando más de su talento en una nueva temporada veraniaga. Los monólogos, parte fundamental de este exitoso programa, fueron registrados al aire libre, más que nada en Viña del Mar y Valparaíso, y continúan siendo pegoteos ingeniosos de anécdotas y opiniones, con Pedro Ruminot, el señero Pato Pimienta, y las señoritas Nathalie Nicloux (revoltosilla) y Natalia Valdebenito (pelolais crossover), mostrando mejores armas verbales. Los que se agregan para esta summer edit: por un lado, Fabrizio Copano, hermano de Nicolás, que el año pasado fue galleta en la parodia queer de Machos, Gays, y se reporta con su agudeza y una polera de Woody Allen (¡su ídolo!); por el otro, la modelo argentina Lucila Vit, puesta allí para encarnar personajes bisagra, léase esos que actúan como nexo a las pachotadas de los otros: así pasa con La Genio del Bronceador, esa chica que lleva ¡1.500 años sin sexo!, y concede un deseo al que la libera, pero el tontorrón de turno pide un completo gigante o un taca taca en vez de polvéarsela. Creo que la Vit cumple eficientemente con su papel, a diferencia del cometido frío ( ni hablar de cuando se metió a hacer monólogos) de Javiera Acevedo en 2008. Pasando al ítem de sketches, mandaron a la banca a personajes como El Hombre Ardiente, El Celoso, El Encuestador o Las Tortilleras; en la titularidad se quedaron el Papá Cruel, el Huaso Bruto, el ya ineludible Ratoncito, interpretado por Rodrigo Salinas (¿quién se resiste a cantar: Perdón, perdón/yo sé que_____________*/mas no era mi intención/causar desilusión/adiós, adiós...?), y el esforzado Canal Pirata; para no ser menos, han puesto a rodar nuevas propuestas, como Los Periodistas (tipejos que arman titulares como si fueran poetas dadá), James Bond en Chile (Juan Pablo Flores se luce), las Fábulas del Verde Bosque, El Renegado Social, y aquel ¿Y Ahora?, con Nati y Nata (una le pregunta a la otra si la pasó a llevar, enterándose que no, y más tarde arremete molestándola y preguntándole: ¿y ahora?). El problema de este Club veraniego del cero nueve: entre mucha rutina nueva, tanto los que ven el programa desde el episodio uno, en agosto 2007 (me incluyo), como los recién llegados, se pueden confundir bastante, ya que se cruzan varias entre los mismos monólogos, que ahora van divididos en tres partes, y eso quita concentración al atenderlos. Para más remate, la edición de esas peroratas no nos deja saber si Pato Pimienta todavía abre con su clásico (y coreado) saludote: Muy buenas noches estimados contertulios, dignísimos conciliábulos, guapísimas contumelias. Ojalá ese mareo no contribuya a dejar de apreciar cómo se ríen de todo estos próceres de Chilevisión, a quienes no hay que abandonar este verano. Al cerrar este texto, aplaudo el buen uso, como cortina central, del "Wouldn´t it be nice" de los Beach Boys. La risa sigue patinando.
*Complete usted mismo.
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