PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: un bis y una presencia debida

LULÚ JAM! + KEL
Sala SCD, Mall Plaza Vespucio
domingo 14 de septiembre

Pongamos de entrada que esto lucía como: 1) una repetición de la jugada si recordamos ese 20 de abril junto al trío de Sofía Oportot (comentado en su momento acá), y 2) una corrección de la ausencia de Raquel Calderón Argandoña en tal show.

Tras sortear la fila de rigor, hojeando unos ejemplares de TV y Novelas que se regalaban (la revista farandulera apoyó el concierto), encontramos de nuevo a unos Lulú Jam! en plena forma, defendiendo con seguridad los tracks de SUBAN EL VOLUMEN (2008), como "24 horas", "Hotel", la romántica "Tu luz", "Lulu World" (con trajes platinados), "Temporal", "Súper héroe" y "De amor no quiero hablar", mientras se sacudían para energizar al respetable, a pesar de las butacas. Completaron esta pasada dominical los disparos conocidos de "Chocolate bom" y "Si quiero te lo doy". Sólo faltó que "Bombombéame" se incluyera en el programa. Entre batines, mallas y platinados, aplica ser feliz.

Respecto a la tan nombrada Kel, se dejó apoyar por unas visuales que partieron con un pegoteo de lo que SQP (Sálvese Quien Pueda, ya saben) ha farfullado sobre ella, echó mano de un cuerpo coreográfico atento, y tuvo un colchón eléctrico respetable: su banda acompañante energiza y solidifica cada intervención de Raquelita; cítese a ese respecto la puntada final, alargada, de "Para poder tocarme". Nótese también que cambió vestuario un par de veces, hizo algunas baladas ("Quiero seguir", casi festivalera; "Silencio", junto a uno de los guitarristas; y "Simplemente", o Simple Plan + almíbar), quedó descalza a lo Joss Stone, habló con el público (más que nada con las niñas, claro), dialogó con su doble dejando que esa otra Kel presentara a los músicos desde la pantalla, y versionó por igual el "I kissed a girl" de Katy Perry (anecdótica revisión para una pop song lésbica que no he parado de oír en la radio) y la habitual "Sk8er boi" de Avril Lavigne (me la cabeceé, aunque la canadiense no es mi tipo). Hubo chascarrillos: a Kel se le soltaba el micrófono por detrás varias veces, y durante un tema se cayó un platillo de batería, instancias resueltas por un roadie eficiente. El final llegó con "Volver a empezar" -que bien podrían hacerla suya las Moskita Muerta- y un "Detesto" a quemarropa, donde espeta eso de no sé por qué me gustai si erís un loser. Raquelita no tiene una voz extraordinaria, es cierto, pero cargársela por eso es algo injusto, si cumple con entretener. Mientras más se crea punky, más hay que hacerle caso a su teen pop con su dosis de veneno. Wow wow...