PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Javiera y Los Imposibles, su suerte de hace una década

LA SUERTE (RCA/BMG, 1998) fue el segundo álbum de Javiera y Los Imposibles, mas puede ser igualmente señalado como el primero donde Javiera Parra tuvo lista la formación de su banda. Eso se explica recordando que Álvaro Henríquez y Ángel Parra, miembros fundamentales de Los Tres, tenían un proyecto llamado Los Imposibles; las canciones que guardaban para ese fin terminaron siendo cantadas por la hermana de Ángel, y darían pie a CORTE EN TRÁMITE (1995), producción grabada en modo análogo, que tuvo éxito de ventas y puso en las radios singles como "Te amo tanto", "Humedad", "Autopsia" y la versión de "Un compromiso", que los Hermanos García-Segura compusieran para la nuevaolera Cecilia. Más tarde, se unen a Javiera los músicos Cristián López, Fernando Julio y Marcelo Filippi. Cuti Aste, quien participó en el registro del primer disco, continuó para dar vida al segundo, producido por el argentino Natalio Faingold, grabado en Oxfordshire y masterizado en Londres (lujo británico que se daba hace 10 años, cuando las majors tenían mucho dinero invertido en artistas chilenos). Es un álbum que, si lo comparamos con el inicial y su impronta luminosa y saltarina, ronda la oscuridad con disonancias medianas y letras más amargas, manteniendo la voz bien entonada de Javiera Parra, que a veces se cruza con la de López para más énfasis. El objetivo emotivo tiene cobijo en tracks como "De vuelta", "Me río a mares" (la guitarra de Cristián cita a Radiohead), "Tango", "Dulce veneno", "Amargo" y "Salvavidas". Por ahí se asoma un airecito chansonnier en el tema titular, y cierto desenfado en "Vampira", más las cuerdas clásicas arregladas por Cuti Aste en la propia "Tango", como elementos de matiz. ¿Y los singles? "Alacrán", "Proverbios" y "Tanaca" estaban destinadas a esa función: la primera fue la última canción que Álvaro Henríquez compuso para Javiera; la segunda borda frases desamparadas en torno a refranes conocidos (Tarde para regresar/No por mucho madrugar/Amanece temprano/Para mí no amanece más); la tercera tiene un aire polinésico muy agradable, incluyendo una precisa slide guitar. Son 12 temas, pero si se espera unos segundos tras el final de "Salvavidas" habrá recompensa: "Feliz traición" irrumpe con los mínimos versos y la máxima acidez rockera, acordes que machacan, López poniendo bien aguda su guitarra en el subidón, y un constante ¡hey! para soltar con el puño cerrado. Una canción inusual para Javiera y Los Imposibles, un final que se recomienda venerar, por oculto que sea, por 13 subrepticio que se presente. El único traspié de LA SUERTE es el track 7, "Valencias", intento fallido de construir una melodía con los elementos de la tabla periódica, algo que ya en sus formas preliminares andaba cojo, por más que en el álbum ayuden las maquinitas. El artwork de esta producción lo diseñó Germán Bobe, y las fotos microscópicas las hizo un Jordi Castell que por entonces era un mero desconocido, a quien el autor de esta reseña, durante esos años, llegó a confundir con un catalán radicado en Chile, cuestión de lógica asociativo/geográfica. 10 años han pasado, y Javiera Parra puede sentirse orgullosa de estas canciones, y ella sabe, como lo ha manifestado en entrevistas, que su opus 2 con Los Imposibles es un disco que sus fans más acérrimos disfrutan. Vistosa y perra suerte, que diría César Vallejo...