PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: una noche emotiva y más allá

NICOLE
Teatro Teletón
jueves 20 de julio


El ambiente previo a este recital de la chilena que actualmente reside en Miami se notó relajado, con harta gente reunida, conversando, guardando esa dosis justa de entusiasmo para el momento. De fondo se oía la música que de seguro alguien de Radio Concierto (uno de los medios que apoyó el evento) estaba programando; minutos antes, cuando las luces del octaedro de en medio se apagaron, el susodicho colocó "Hung up" de Madonna, y eso sonó a maniobra de calentar motores. El telón negro se fue abriendo de a poco, dejando ver a la banda.

Y bien, la incertidumbre se acabó de un plumazo cuando se vio a través de las pantallas la imagen de la cantante con audífonos, y de ahí a mirarla en pleno, luciendo un vestido brillante y oscuro, haciendo justicia a su cuerpo digamos. "Si vienes por mí" fue lo primero que se escuchó, y Nicole ya estaba moviéndose, instando a hacer palmas, a sabiendas de la positiva retribución. La muestra de los temas que conforman APT., su placa novísima, fue deliciosa por decirlo menos. Botones de muestra muy certeros en el escenario, "Bipolar" y "No me confundas", acompañadas por imágenes de Spiniak, Gema Bueno y Paul Schaefer en la primera, y las de la misma Nicole amordazada entre otras en la siguiente... El toque U2, o como lo que está haciendo justo Madonna hoy por hoy, guardando las proporciones. Otra canción del disco nuevo que destacó en el instante es una de dos en inglés, "1-800-NASTY-SHOW", irreverente a concho. En cuanto al repertorio anterior, esas canciones que cada uno se moría por escuchar anoche, la muchacha supo satisfacer con cosas como un "Viaje infinito" completamente acústico, o la telesérica "Dame luz" potenciada por el guitarrista presente. "Despiértame", "Todo lo que quiero" y "Sólo el mar" tampoco fueron echadas en falta. En la cobertura para "Rapture" de Blondie todo tenía un cariz discotequero más exquisito. Luego de eso, Nicole se cambió de atuendo para ponerse más relajada y continuar con todo, agradeciendo a sus familiares y presentando a sus músicos, entre ellos Andrés Sylleros (colaborador a la hora de componer junto a ella el grueso de los temas de SUEÑOS EN TRÁNSITO -1997-), y también, vaya sorpresa, una mujer haciendo coros. Si tuviera que poner un pero a esta noche emotiva y encantadora, sin dejar de ir más allá en su presente, ese pero son las dos colaboraciones que hubo. "Vida" fue cantada junto a Juan Sativo (Tiro de Gracia), con un toque salsero por un rato. La otra intervención, en el segundo bis, la hicieron Marciano, el dúo de Sergio Lagos y Rodrigo Castro, tocando uno de los temas en que la señorita en cuestión aportó para ABSOLUTO, disco de ellos: "Siempre", momento disonante, a pesar del entusiasmo. Nótese el abrazo de Lagos a Nicole, envidiable, sí. La hora de cerrar llegó con "Sin gamulán", otra chance para corear a pulmón. ¿Satisfechos? De todas maneras. Quien haya quedado con ganas de más Nicole, el 5 de agosto tocará en la disco Blondie de Alameda, y de ahí a Miami otra vez.