PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: un portátil y una guitarra (nunca le han de faltar)

FENNESZ
Bécs
(Mego, 2014)

/AMBIENT NOISE/POP ABSTRACTO/ 2014, año en que Editions Mego, discográfica de vanguardia fundada por el británico de origen austríaco Peter Rehberg, más conocido como Pita, llega a las dos décadas con la seguridad total de haber publicado muchos discos potentes desde la vereda menos complaciente. Sin cargar las bolsitas de challa ni las cornetas ni la torta celebratoria que yo sepa. Mego prefiere vivir su año 20 sacando más propuestas inquietas. Y entre ese material reciente está la vuelta de Christian Fennesz al sello, tras un paso por Touch, donde entregó VENICE (2004) y BLACK SEA (2008).

El portátil y la guitarra de nuestro protagonista, hombre que durante su recorrido ha hecho buenas migas con gente de la talla de Ryuichi Sakamoto, el finado Mark Linkous (Sparklehorse) e incluso el loco lindo de Mike Patton, levantan otra catedral de sonido que se abre con la batería de Martin Brandlmayr (Radian, Trapist, Autistic Daughters) aportando con darle un toque de post rock jazzero al tema "Static Kings", cuyo desarrollo es esencialmente acuoso. "The liar", por su parte, lleva coraza de noise rock abstracto como el que más, abrazando los campos del Neil Young más espeso. "Liminality" aporta 10 minutos de acordes cinemáticos cuyo dominio es sustentado por una atmósfera expansiva; épica destinada al recuerdo permanente, como un "Stairway to heaven" (Led Zeppelin) postista sin voces ni alaridos. Tal vez lo más cercano al ambient tradicional viene con "Pallas Athene". ¿Y qué tal anda "Bécs", el tema titular? Allí llega un piano, se expresa y al poco rato queda cubierto por una tormenta de ruido salvaje mas igualmente sobrecogedor; a ver si Fuck Buttons o Belong son capaces de superar alguna vez tal murallón. Campanas y glitches se desenvuelven en el camino drónico de "Sav" (no, nada que ver con el SECRETO A VOCES que pasan en el canal Mega): misterio total. Queda sólo una estación por visitar en el viaje de BÉCS: "Paroles", traca donde los punteos acústicos conviven con unas cuantas dosis de fritura digital, momento dulce que no somos dignos de recibir. La vuelta de este superhéroe de la computer music a la casa Mego no podía ser más glorioso, enlazando ruido y abstracción pop con naturalidad, como en los tiempos del alabado ENDLESS SUMMER (2001). Parafraseando a Sandro, un portátil y una guitarra son cosas que en esta vida nunca le han de faltar. Que no le falten ni pintado.

http://editionsmego.com/release/eMEGO-165