19 junio, 2014

LA ROJA EN BRASIL 2014: el día que el Maracaná fue chileno (or Spain is (more) pain)

Los temores previos. Antes que Chile enfrentara a España, existía un cierto temor ya que Jorge Luis Sampaoli proponía en su formación titular no usar a Jorge Valdivia ni a Jean Beausejour desde el minuto 0, y confirmar en defensa a Francisco Silva, ese tal Gato Silva. Pero durante el trámite todo eso no fue una rémora, como leeremos más adelante.

El Himno entero o nada. Durante la ceremonia previa nuevamente los hinchas chilenos entonaron junto a sus jugadores el Himno Nacional en su versión actual completa, aunque por reglas de la señora FIFA sólo se puede poner un poco del mismo. Tonteras del máximo organismo futbolero (tan carerraja como él solo, se llena la boca con promover valores como el respeto a las razas, la salud o la paz en los letreros, mientras sus dos últimos presidentes han robado como nadie). Se canta todo y con la voz bien fuerte. Eso nunca lo sabrán los hispanos, cuyo himno nunca ha tenido letra.

La hora de la verdad. En el Estadio Maracaná de Río de Janeiro comenzaba el segundo partido de la Roja en este Mundial. En poco rato Chile ya avisaba en el arco del madridista Íker Casillas. Durante el grueso del primer tiempo hubo cierta imprecisión que no impidió salir de contragolpe, aprovechando la lentitud de los españoles que de verdad no ofrecían mucho para hacerse respetar como los que ganaron Sudáfrica 2010.

No es ninguna falacia. Un balón que pasó antes por Arturo Vidal y Charles Aránguiz llega a Eduardo Vargas cuando nos acercamos a los 20 minutos, y permite que la Roja abra la cuenta, para felicidad de la parcialidad chilensis. El estímulo para que sea mayor la claridad del pensamiento ya establecido: a los de Vicente del Bosque se les puede ganar.

El Príncipe Charles la para, remata y ¡gol, gooool de Chile! Al cierre de esa primera fracción, Alexis Sánchez patea un tiro libre que Casillas sólo manotea al medio; Aránguiz aprovecha y convierte el 2-0 que en ese instante era un premio al saber hacerse respetar ante la torpeza de los ibéricos. Durante la segunda fracción fue sustituido por Felipe Gutiérrez. Charles fue tal vez la gran figura de los chilenos en la cancha.

Dueños del balón. En esa segunda mitad la Roja dominó más y mejor, teniendo la Brasuca, haciéndola rodar con actitud. Ni David Villa ni Diego Costa pudieron doblegarlos. Xabi Alonso, que tenía tarjeta amarilla, se quedó en la banca para que Koke lo supliera. Claudio Bravo nuevamente cumplió con nota alta en el arco nuestro.

¿Es necesario que el Rey Arturo se haga pebre en la cancha? Arturo Vidal es de los que siente la camiseta (blanca en esta ocasión, España jugó de rojo), corre y corre, trata de entregar lo mejor de sí y tiene hambre de alcanzar la Copa, pero... ¿vale la pena que se desgaste tanto si viene de lesionarse? ¿Sampaoli pensará que debe guardar más a Vidal para que en el camino no quede peor? La duda es válida.

¿Qué hace ese gringo allí? El árbitro en esta justa fue un norteamericano de apellido Geiger, que en ciertos pasajes del juego cobraba cualquier cosa y tuvo la idea genial de dar... ¡6 minutos de prórroga al final! ¿Se imaginan si en ese rato largo España hubiera empatado o dado vuelta el marcador? No se justificaba tamaño derroche de minutaje, pinche gringo...

El dolor de la Madre Patria. Al final entró Jorge Valdivia por Vargas, y lo propìo hizo Carmona por Vidal en los últimos minutos. Geiger lo da por cerrado todo. Chile elimina al campeón vigente jugando un partidazo donde aprovechó sus propias fortalezas y las debilidades de un rival que veía el cierre de una etapa notable, con la conquista de la Eurocopa en 2008 y 2012 y el Mundial sudafricano, sin contar los logros de los clubes locales en la Champions League y la Europa League. El arco españolete ya se ha comido 7 goles si sumamos los del descalabro con Holanda la semana pasada. Triunfo histórico de la Roja en un Maracaná que antes fue sinónimo de vergüenza por el tongo del Cóndor Rojas en 1989. Pero, la verdad, no quiero hablar de un "nuevo maracanazo", como ya repiten ciertos loros. Quiero catalogar lo que pasó como el día en que ese estadio de Río fue chileno, con 30.000 hinchas tricolores haciendo patria. Hay un juego de palabras donde si le sacas a España en inglés la S queda la palabra dolor. Pues eso: Spain is pain, and more pain, algo más que evidente; Del Bosque se queda sin jamón y tal. Ahora hay que prepararse para enfrentar a Holanda, juego que definirá si lideramos el Grupo B o quedamos segundos.

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